Mi primer contacto con el mundo laboral fue, como supongo que para mucha gente, una experiencia que me marcó: mi primera tarea fue algo tan habitual y aparentemente tan básico como “atender a un cliente”.
Desde entonces, y han pasado algunos años, en todas mis experiencias profesionales he hecho lo mismo desde distintos puestos de trabajo y funciones, pero inevitablemente, siempre, al otro lado, de un modo u otro estaba él: “EL CLIENTE”. Creo firmemente que los clientes son el centro sobre el que debe girar mi trabajo (es más, creo que deben ser el centro del trabajo de todo el mundo). Hay que trabajar para el cliente y con el cliente. A lo largo de mi carrera he tenido la suerte de trabajar con equipos que han compartido conmigo esta pasión y que me han enseñado muchísimo. Actualmente, sigo aprendiendo todos los días del equipo del departamento de sistemas de EFOR.
Y fuera de la oficina, soy muy normal: un paseo, un buen libro o una maratón de alguna serie pueden ser un buen plan. Eso sí, mi plan favorito es una buena sobremesa de esas que se alargan durante horas y me permiten disfrutar de esas personas que la vida me regala: mi familia y mis amigos.
( Ah! Y además, como todos, soy también cliente )